ANDRESITO, MIENTRAS VIVIA EN UN DEPARTAMENTO UBICADO FRENTE A LA PLAZA CENTRAL DE SAN MIGUEL, EN BUENOS AIRES, TRABAJÓ SIN SALARIO, EN UNA DE LAS PROFESIONES MAS NOBLES QUE PUEDE DESARROLLAR UN SER HUMANO: FUE PARTE DEL CUERPO DE BOMBEROS VOLUNTARIOS DE LA CIUDAD. Y HE AQUÍ UN HECHO QUE QUEDO GRABADO EN TODOS NOSOTROS.
UN DIA, CONVOCADO ESE GRUPO DE AYUDA PARA SOLUCIONAR UN HECHO OCURRIDO EN LA CASA DE VENERALDO Y ELBA DIAZ, SUS TIOS, RESULTA SER ÉL QUIEN CON SU ENORME CASCO ROJO Y SU TAN PARTICULAR UNIFORME, DESCIENDE DE LA AUTOBOMBA PARA OCUPARSE DE LA SOLUCION DEL CASO QUE FELIZMENTE TERMINÓ CON UNA ALEGRE RUEDA DE MATES. EVIDENTEMENTE ANDRESITO YA ERA POR ENTONCES UN SÓLIDO PROYECTO DE HOMBRE DE BIEN QUE SE SUSTENTABA Y APOYABA EN LA PRESENCIA DE UNA FAMILIA PUJANTE, HONESTA Y DE BUENOS PRINCIPIOS.
Y ANDRESITO VOLO COMO TANTOS ANDRESITOS, Y AL LADO DE LOS SUYOS SE CONVIRTIÓ EN ANDRES. UN ANDRES QUE FUE EL ORGULLO DE QUIENES LO VIERON MADURAR, Y ALEGREMENTE TUVIERON LA SUERTE DE VER A DIARIO ESA METAMORFOSIS.
HOY, POR ESAS COSAS DECIDIÓ, COMO CUANDO TODAVIA ERA UN FIRME PROTOTIPO DE HOMBRE, INICIAR UN NUEVO VIAJE. UN VIAJE QUE EN SU CASO NO ES TAL PORQUE SE VA PARA QUEDARSE, PARA PERMANECER PARA SIEMPRE ENTRE NOSOTROS, PORQUE AQUEL CHICO QUE HABÍA PARTIDO COMO UN PEQUEÑO BROTE EN DESARROLLO, SUPO CONVERTIRSE EN UN ARBOL DE BUENA MADERA.
ROSA Y JORGE
Escudo Bomberos Voluntarios de San Miguel, Buenos Aires, Argentina.